El sector comercial y hostelero no es unánime a la hora de valorar la pretendida implantación de una tasa turística en Santiago. Mientras la Asociación de Comerciantes Compostela Monumental rechaza tajantemente su creación, la Asociación de Hostelería Compostela abre la puerta al debate y no descarta totalmente su puesta en marcha ligada a una promoción que eleve los resultados de la temporada baja.

José Ángel Blanco, gerente de Compostela Monumental, expresa un «no rotundo». «No es el momento idóneo, y menos si la gestión va a ser del Ayuntamiento. No nos fiamos de ellos, porque quieren destruir el turismo», esgrime. Blanco niega la saturación y dice que solo hay gente en el entorno de la Catedral, mientras el resto está vacío. Señala que el turismo nacional «no está acostumbrado al pago de tasas, y es el turismo que está subiendo».

 Por su parte, Rita Sobrado, vicepresidente de Hostelería Compostela, coincide en el diagnóstico de Luis Caramés, en relación a la saturación en el entorno de la Catedral y en cuanto a que ese abarrote no se traduce en ingresos, porque «son turistas que vienen con paquetes cerrados y no consumen ni compran nada». Sobrado no descarta el apoyo a implantar una tasa turística, pero con condiciones. Entre ellas, que revierta en acciones dirigidas a mejorar los datos de la temporada baja y a que se tenga en cuenta la opinión del sector. La vicepresidenta considera que la tasa no debería cobrarse en temporada baja, porque las pernoctaciones son escasas y los hoteles ofrecen descuentos altos. Sobrado apoya gravar a las empresas que organizan excursiones de paquetes cerrados, que no aportan nada a la ciudad pero provocan su saturación.